la diseñadora austriaca Katharina Unger propone un dispositivo desde el cual podemos cultivar nuestra propia proteína basada en insectos, su diseño consiste en un artefacto que facilita todo el siclo de crecimiento y reproducción de la mosca soldado negro y termina en un depósito en que se recolectan las larvas aptas para el consumo humano.
Según la FAO, la inminente escasez de comida unida a la sobre población mundial nos verá en la obligación de encontrar medios alternativos de alimentación, como los insectos, y es que la entomofagia es una práctica común en muchos zonas del mundo (Asia, África y América latina) donde sacian el hambre de 2000 millones de personas, a pesar de que son prácticas ancestrales nunca se ha mirado al entomofagia como una fuente "seria" de alimento.
Su rendimiento supera en un 400% el del ganado vacuno, pudiendo los insectos producir 1kg a partir de 1 kg de insectos, mientras que el ganado produce 1kg por cada 8 de carne sin mencionar su alto valor nutricional y el aporte a la conservación del medio ambiente debido a la limpieza de su producción.
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